Los avances de la tecnología no solo han hecho cambiar la forma en que funcionan las cosas, sino también han vuelto más demandantes a los consumidores, que cada día esperan más y mejores resultados en cuanto a desarrollo e innovación de productos se refiere.

Esto requiere que las empresas fomenten la creatividad entre sus empleados e impulsen más la innovación; es decir, que lleven a la práctica las ideas creativas.

Tipos de innovación

Existen diversos tipos de innovación. Podemos hablar de:

• Innovación de producto o servicio. Esta puede darse en tres formas: mediante el desarrollo de productos totalmente nuevos, modificando en parte un producto existente para mejorar su desempeño, o añadiéndole una nueva característica que lo haga diferente. Un ejemplo en los tres casos es la innovación de producto vista en el iPhone.
  
  
• Innovación de procesos. Tiene que ver con la incorporación de nueva maquinaria, software o tecnologías que optimicen la manera en que se fabrican los productos o crean los servicios. La introducción de robots en las fábricas agiliza la producción y mejora la productividad, o la automatización de procesos para hacer más eficiente la operación son dos ejemplos de este tipo de innovación.
  
  
• Innovación de gestión. Cuando se introducen mejoras en la forma en que se realizan las actividades logísticas o administrativas de la empresa, como es el caso de la incorporación de Códigos de Barras y etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) en los empaques de los productos para optimizar su almacenamiento o distribución.
  
  
• Innovación en el modelo de negocios. Es la más disruptiva de todas, pues además de cambiar la manera de comercializar productos o servicios influye en los hábitos de consumo. Los ejemplos más claros son Uber y Airbnb, con su forma de enlazar a los proveedores de servicios con los consumidores, mediante apps móviles, fungiendo solo como intermediarios entre la oferta y la demanda.

¿Cómo fomentar la innovación?

Una estrategia efectiva ha sido la adopción del método conocido como ASIT, por su sigla en inglés de Advanced Systematic Inventive Thinking, o Pensamiento Inventivo Sistemático Avanzado.

Se trata de una metodología que fomenta dentro de la empresa la adopción de un modelo estructurado para impulsar la creatividad, orientado hacia la generación de productos o servicios reales e innovadores que satisfagan las demandas del mercado que busca nuevas funcionalidades surgidas del avance tecnológico.

Sus cinco herramientas para estimular las ideas innovadoras en torno a un producto o servicio son:

• Unificación, cuando se asigna una función totalmente nueva a un elemento que ya existe.
• Multiplicación, al incorporar un elemento duplicado o copiado al producto.
• División, cuando se desmonta un artículo en todas sus partes.
• Remoción de objeto, al eliminar un componente integral o del entorno.
• Rompimiento de la simetría, cuando se alteran y re configuran los elementos del producto para crear asimetría.

La generación de propuestas parte de la aplicación de dos principios:

1. Principio de Mundo Cerrado, el cual descarta la incorporación de elementos nuevos.
2. Principio del Cambio Cualitativo, que busca dar un nuevo uso a un producto sin modificar sus dimensiones.

Conoce aquí ejemplos prácticos de cómo aplicar cada una de estas herramientas.

Cualquiera que sea la herramienta que utilices para impulsar la innovación y desarrollo de los productos o servicios de tu empresa, lo importante es que aproveches los avances tecnológicos para satisfacer a tus clientes e impulsar tus ventas y, con ello, la rentabilidad de tu negocio.