El empaque de un producto es más que su contenedor, es una de sus principales herramientas de ventas por lo que su diseño debe pensarse para ser atractivo y funcional.
¿Cuál es el propósito de un empaque?
Un empaque bien concebido transmite un mensaje y atribuye al producto características como calidad y confiabilidad, además, sirve para hacer destacar a la marca entre sus competidores y atraer al tipo de público al cual va dirigido.
Las funciones que tiene el empaque se pueden resumir en las siguientes:
- Contener y proteger al producto durante su transporte a lo largo de la cadena de suministro.
- Informar al consumidor sobre su contenido y sus ingredientes o componentes, así como acerca de su origen a través del Código de Barras y de sus formas de uso mediante instructivos.
- Captar la atención de los consumidores en el anaquel, transmitir una identidad de marca y provocar una reacción emocional en los clientes.
- Facilitar su localización en los anaqueles para un público atraído por mensajes publicitarios.
Dos aspectos básicos: consumidor y producto
Diseñar un empaque que sea atractivo empieza con el conocimiento a fondo de la audiencia a la que se dirige la marca; su funcionalidad, dependerá del tipo de producto que debe contener.
En este sentido, el diseño del empaque de un producto dirigido a un público joven será obviamente muy diferente al de uno para adultos mayores, y los materiales de un empaque para un producto líquido no serán los mismos a los de un producto seco.
¿Qué considerar en el diseño?
Al considerar estas dos premisas de público y funcionalidad, el diseñador encuentra la creatividad para concebir un empaque que diferencie a la marca de sus competidores y causar una primera buena impresión a los consumidores a los que se dirige.
Otros aspectos que deben considerarse en el diseño son:
- ¿Es original? La creatividad juega un papel importante, pues puede ser un factor de diferenciación importante.
- ¿Transmite de manera simbólica el mensaje de la marca? Los colores deben corresponder con la identidad de marca y las imágenes deben transmitir los valores de la empresa.
- ¿Es congruente con el tipo de producto y el nivel socioeconómico al que se dirige? Si se trata de un producto de lujo, los materiales y los atributos del diseño deben transmitir esa exclusividad. Si es un producto dirigido a un mercado popular, debe imperar la austeridad.
- ¿Incluye información que aporte valor agregado al consumidor? No solo debe incluir los datos que respondan a las necesidades logísticas, como el Código de Barras, y a las reglamentaciones, como las tablas nutrimentales, sino también prestar un servicio o valor adicional al consumidor, como en el caso de las recetas impresas en las etiquetas de alimentos.
- ¿Es biodegradable o puede reutilizarse? Cada vez más, la sostenibilidad es un factor que pesa en las decisiones de compra de los consumidores. Ofrecer un producto en un envase amigable con el medio ambiente le suma puntos ante los ojos del comprador consciente, a quien no le importará pagar un poco más por una marca que comparta sus valores ecológicos.
- ¿Causa buena impresión? Sobre todo en el caso de las tiendas en línea, diferenciarse a través de los detalles es primordial. Un pedido que llegue a casa en un empaque que supere las expectativas llevará al cliente a compartir su satisfacción a través de redes sociales, lo que ampliará el alcance de la marca. Esto se puede lograr mediante tarjetas personalizadas, cajas y envoltorios, listones, cintas adhesivas con la marca, etc. que den un aspecto exclusivo a la mercancía y hagan sentir especial al comprador.
Incluir la imagen de tu Código de Barras es parte de los requisitos para cumplir con las Normas de Etiquetado que estipula la ley, por lo que integrarlo de una manera visible en tu empaque, y legible para los lectores ópticos, es prácticamente la consideración más importante después de la presentación de tu marca.
Recuerda, el empaque no debe ser solo un contenedor, también es un anuncio de tu marca y sus atributos. Dedicar tiempo y esfuerzo a su diseño te garantizará la captación de clientes e, incluso, su fidelización.