El Código de Barras es un sistema de codificación creado a través de una serie de líneas y espacios paralelos de distinto grosor. Generalmente se utiliza como sistema de control, ya que facilita la actividad comercial entre el fabricante y el distribuidor, por lo que ofrece información de operaciones aplicadas para identificar productos, llevar control de inventarios, carga y descarga de mercancías, disminuir tiempos de atención en ventas, etcétera.
A finales de los años 50 surgieron diferentes necesidades de capturar datos de manera automática, pero fue hasta 1974 que el Código de Barras llegó a los supermercados de Estados Unidos para tener un mayor control de la información y así mejorar la distribución de los productos.
Asimismo, en Europa se comenzó a establecer esta herramienta para identificar los artículos y realizar transacciones comerciales.
El Código de Barras mexicano
En nuestro país, la fecha oficial de entrada del Código de Barras fue el 21 de agosto de 1986, gracias a que un grupo de 18 empresas (nueve cadenas de Retail y nueve fabricantes) bajo la iniciativa de Henry Davis, entonces Director General del Grupo Aurrerá, se reunieron con la finalidad de establecer el Código de Barras en México.
Es así como nació la Asociación Mexicana del Código de Producto (AMECOP), un organismo empresarial donde participaron la industria y el comercio privado con la finalidad de implementar este elemento en sus productos y solucionar problemáticas fundamentales que consistían en reducir el tiempo de cobro en las cajas registradoras y dejar de etiquetar los artículos de manera individual en el punto de venta. El primer producto mexicano identificado con un Código de Barras fue el jabón Don Máximo.
Por estos motivos, el Código de Barras se comenzó a utilizar para revolucionar la forma de hacer negocios y hoy se ha convertido en un icono comercial y sinónimo de orden, eficiencia, productividad, confiabilidad y ahorro para cada eslabón de la cadena de suministro, así como la llave de acceso de las compañías al comercio formal e internacional.
Para 1992, seis años después del lanzamiento del Código de Barras en México, la AMECOP alcanzó las 5 mil empresas asociadas. Esta rápida implementación logró que un año después, en 1993, el 75% de las tiendas del país ya contará con la tecnología necesaria para procesar los Códigos de Barras.
Con el constante avance de las tecnologías, la AMECOP se abrió paso en el campo de las comunicaciones electrónicas al implementar los estándares para la facturación electrónica y las órdenes de compra, por lo que en 1996 cambió de nombre a Asociación Mexicana de Estándares para el Comercio Electrónico (AMECE).
El prefijo 750 para nuestro país
Cuatro años más tarde en 2010, se incorporaría a GS1, la Asociación global de estándares en comercio electrónico, por lo que hoy al organismo que administra los estándares de Códigos de Barras en el país se le conoce como GS1 México.
Gracias a esta evolución y al desarrollo de nuevas tecnologías que facilitan la operación del comercio, actualmente se calcula que en el mundo diariamente se realizan más de 5 mil millones de lecturas de Código de Barras.
Por su parte, en México el 98% de los productos que se comercializan en las tiendas ya cuentan con un Código de Barras, lo que se traduce en que más de 55 mil 500 empresas han implementado esta tecnología de identificación numérica, siendo sobre todo las pequeñas y medianas empresas las que solicitan a GS1 México la asignación de un Código para algún producto bajo el prefijo 750, que es el asignado a nuestro país.
Del mismo modo, el Código de Barras es la base para otros modelos de negocio como trazabilidad y recibo único de pagos, soluciones que estarán marcando la pauta en los próximos años para beneficio de las empresas y del consumidor.
Hoy estos desarrollos tecnológicos permiten que el Código de Barras evolucione y que existan distintos formatos estándar que tengan como característica principal soportar conjuntos de datos para compartir, en tiempo real, información consistente entre socios comerciales.