Conocer el ciclo de vida de tus productos es importante para que emprendas acciones específicas en cada etapa de su desarrollo y comercialización y capitalices las oportunidades.
Cuando inicias un negocio este debe pasar por diversas fases de crecimiento, que son:
De manera paralela, tu producto pasa por diversas etapas a las que debes estar atento a fin de detectar sus debilidades y fortalezas, y aprovechar las oportunidades para extender su ciclo de vida.
En sí, el ciclo de vida de un producto se mide por las ventas que genere mientras esté disponible en el mercado. Las etapas de un producto son:
1. Lanzamiento
Para que sea exitoso deberás basarte en los datos obtenidos a través del análisis de la competencia y la investigación del mercado.
Esta información te ayudará a refinar tu idea de producto de acuerdo a los gustos e intereses de los consumidores antes de ponerlo a la venta y también a determinar el precio y diseñar las rutas de distribución.
Adicionalmente, en esta etapa es importante preparar a tu producto con los aspectos (o requisitos) básicos para que sea considerado un artículo comercial-profesional como un buen diseño de logotipo, información nutrimental o de sus componentes, un empaque funcional y su Código de Barras específico.
2. Crecimiento
Si hiciste bien la tarea de investigación, tú y tu producto alcanzarán un buen nivel de ventas que te permita planear el crecimiento del negocio.
En esta fase debes considerar tanto la promoción para ampliar tu base de clientes como tu capacidad de producción para satisfacer una creciente demanda.
3. Madurez
Se refiere a cuando las ventas se estacionan en cierto nivel. Son suficientes para mantener un flujo de efectivo sano sin mucho esfuerzo adicional.
Es cuando el mercado empieza a saturarse y es de esperarse un descenso en las ventas, a menos que planees acciones para revitalizarlas como un relanzamiento con un nuevo empaque o su actualización, incorporando innovaciones.
4. Declive
Si no apuestas por la innovación y buscas adelantarte a las tendencias de consumo, este es el destino que le espera a tu producto.
Otros factores que influyen en el declive de las ventas son la promulgación de reglamentos o normas comerciales que afecten a la composición o usos de tu producto o errores en la planeación estratégica de tu marca.
Todas las decisiones que tomes en relación con tu producto deben estar sustentadas por datos sólidos, por ello es importante que establezcas parámetros para medir los resultados de ventas.
Los indicadores de desempeño clave, o KPI, te servirán para dar seguimiento a la aceptación de tu marca, diagnosticar problemas y planear cómo resolverlos.
Las métricas que utilices dependerán de los objetivos estratégicos que quieras alcanzar. Un enfoque inteligentes en la primera fase del ciclo de vida de tu producto es centrarse en una sola métrica que consideres la más importante para el crecimiento de tu negocio.
Los resultados que obtengas te permitirán demostrar el estado de tus finanzas a los accionistas que confiaron en tu producto, con la esperanza de que continúen comprometidos con la empresa.
Si buscas claves sobre cómo mejorar tu producto, entonces tienes que medir y analizar los datos que arrojan la interacción de los consumidores con el mismo.
Y, por último, para impulsar la fidelización de los clientes debes utilizar una métrica que te ayude a explicar las razones detrás de las decisiones de compra de tus consumidores y la forma de utilizar tu producto.
Medir y analizar resultados te permitirá tomar decisiones informadas sobre las acciones a emprender para mantener unas ventas sanas de tu producto dependiendo de la etapa del ciclo de vida en que esté.
No confíes sólo en tu intuición y extrae toda la información que te sea posible de tus investigaciones de mercado y de las herramientas tecnológicas que te permiten dar seguimiento al comportamiento de los consumidores en relación con tu marca.