Por: Rocio Rivera, Especialista de Proyectos GS1 México
No cabe duda, para que el agricultor pueda disfrutar de la cosecha, debe primeramente esforzarse y trabajar arduamente; desde labrar su campo, sembrar las semillas y regar la tierra hasta aplicar abono, cuidar lo plantado y finalmente recolectar los frutos.
Esta imagen refleja las características del campo mexicano, que, según las cifras más recientes reportadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), sitúan a México como el séptimo productor mundial de frutas y hortalizas, con un total de 32 millones de toneladas anuales (1.7% de la producción global), solo por detrás de China, India, Estados Unidos, Brasil, Turquía e Irán.
Dentro de las principales frutas que se producen en México y se destacan por su participación a nivel internacional se encuentran el aguacate, limón, papaya, naranja, frambuesa, fresa y toronja. Respecto a las verduras destacan el chile, ejote, cebolla, calabaza, espárrago, tomate, brócoli y coliflor. Un caso a resaltar es el cultivo de las berries (arándanos, frambuesas, moras, entre otras), las cuales en conjunto han crecido a partir de 1990 a un ritmo promedio anual de 46%. Sin duda el campo mexicano produce frutos de calidad mundial.
Por otra parte, la fortaleza y dinamismo de la producción de frutas y hortalizas nacionales se relacionan, entre otros factores, con las condiciones climatológicas idóneas para su cultivo, así como la adopción de distintas tecnologías para el desarrollo del campo y mitigar diversos riesgos a lo largo de la cadena de valor.
Pero con la cosecha no termina el trabajo. Posteriormente, los agricultores inician la travesía de sus productos de manera directa o a través de empacadoras y/o distribuidores para transportarlos por cielo, mar y tierra para que lleguen frescos y en las mejores condiciones a cadenas comerciales, restaurantes, hoteles y en especial a las manos del consumidor. Nunca fue tan valiosa la frase: Del campo a la mesa.
En un contexto donde el consumidor es cada vez más exigente, se preocupa por su salud, valora los productos sustentables y desea conocer el origen de lo que consume, es clave que los productores de frutas y hortalizas den confianza y certeza a cada persona que adquiere sus mercancías, además de que esto facilitará su entrada a otras latitudes.
Toda gran historia inicia con una correcta identificación, por lo que ante la necesidad que tenían los supermercados de colocar un código de barras a productos de frutas y verduras que no pueden utilizar un código tradicional, GS1 creó el código Databar específicamente para identificar de manera única y global productos pequeños.
El código GS1 Databar se utiliza en el punto de venta para facilitar la identificación de artículos perecederos como carnes rojas, pescados y aves, gracias a que permite almacenar información como peso, fecha de caducidad, fecha de consumo preferente, país de origen y número de lote, entre otros.
Cuando identificamos frutas y verduras a granel; el GS1 Databar contendrá el código del artículo, en conjunto con el Código PLU, un número de 4 o 5 dígitos que típicamente aparecerá en una etiqueta pequeña y que identifica este tipo de insumos con base en el grupo de producto, variedad y tamaño; además son asignados por la International Federation for Produce Standards (IFPS).
Además, el código GS1 Databar no sólo aumenta el porcentaje de productos que puede ser identificados de manera automática en el punto de venta, sino también apoya a solucionar problemas comerciales como la autentificación de productos, trazabilidad e identificación de productos de medida variable.
Cabe destacar que este código de barras permite ser escaneado de forma precisa en cualquier dirección, almacenar información en un espacio menor y marcar productos pequeños, lo que abre nuevas posibilidades para la administración de los productos frescos utilizando las herramientas de identificación que se utilizan en los artículos de consumo de alta rotación.
Dentro de los beneficios de implementar el Código de Barras GS1 Databar en la cadena de suministro desde el producto hasta las cadenas comerciales se encuentran:
En México, uno de los retailers que ha experimentado los beneficios de implementar el código Databar es HEB, cadena detallista ubicada en el norte del país, la cual ya lo utiliza en el 93% de sus proveedores de manzanas, peras y cítricos, además de incorporarlo a nuevas categorías.
HEB logró con el código Databar reducir en un 30% sus mermas, incrementar la productividad de los socios de servicio, menor especialización de los cajeros y simplificar el autocobro.
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