Es cierto, hay muchas áreas a las que poner atención e inversión cuando se intenta despegar un negocio.
Es fácil subestimar algunas que resultan ser muy importantes y una de ellas es el diseño, también conocido como Visual Branding.
Primero, debes recordar que el tiempo que tienes para captar, y mantener, la atención de alguien rodea los 10 segundos.
Más todavía: según investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri, los ojos de una persona tardan 2,6 segundos en enfocarse en un elemento específico de una página web cuando se carga. O sea que el usuario se forma rápidamente una opinión basada en lo que ha visto.
Esos segundos deben captar y dar una buena impresión a tus potenciales clientes, y el diseño es la primera y más rápida manera de hacerlo.
En segundo lugar, el diseño les dice mucho de tu marca: los receptores están evaluando de manera subconsciente tu logotipo, página web, correos electrónicos y redes sociales para determinar si vale la pena ir a tu tienda o si tus productos son de calidad, o si pueden confiar en tu marca.
Así que el diseño ayuda a los potenciales clientes a decidir. De ahí que el diseño visual tanto en medios impresos como digitales, en las tiendas o puntos físicos, igual que en línea, necesita contar la misma historia, desarrollar un mismo branding.
Y finalmente, el diseño visual (marca, logotipo, señalización en la tienda, catálogos, folletos, sitio web, redes sociales, etc.) es un pilar de la experiencia del cliente, porque es crucial para consolidar relaciones con los clientes; los hace querer quedarse contigo.
Cuando se trata del diseño para los productos o empaques, cabe recordar además que la calidad estética de un producto es integral a su utilidad, porque los productos se usan todos los días y tienen un efecto en las personas y su bienestar.
Un buen diseño hace que el producto y la marca se entiendan mejor, mientras que el diseño web puede hacer que el producto exprese claramente su función.
Es sorprendente cuántas empresas tienen todavía sitios web obsoletos y poco profesionales y cuántas aún no tienen redes sociales, mientras siguen invirtiendo fuertemente en radio, televisión o anuncios impresos a corto plazo; anuncios caros que muchas veces pasan desapercibidos.
Esas empresas necesitan actualizarse y comprobar que invertir en un sitio web de calidad y tener presencia en redes sociales les permite llegar a los clientes de hoy en día a largo plazo, con resultados son cuantificables.
Cada día más y más consumidores buscan en Internet los bienes y servicios que consumirán. Los sitios web son esencialmente las nuevas tiendas y los primeros puntos de contacto para cada vez más empresas.
Así que para arrancar o modernizar un negocio, hay que comenzar con su sitio web: debe ser profesional, útil y estético. Los clientes deben poder encontrar información básica de la empresa y es importante que el sitio la represente bien, una mala impresión puede hacer perder clientes potenciales, mientras que una gran impresión, potencialmente puede ganar y mantener un cliente de por vida.
También te dará una plataforma gratuita para tus promociones y publicidad, lo que refuerza la necesidad de invertir tiempo y recursos en una página de inicio bien construida.
En línea, el buen diseño ayuda a comunicar tu mensaje, organiza la información de manera más efectiva para el mercado exacto al que estás tratando de llegar. El diseño, junto con mensajes efectivos, transmiten el valor de tu negocio de forma clara y, a veces, memorable.
También están las redes sociales, que son como el nuevo “de boca en boca” para los negocios, y que permiten establecer una relación más directa con los clientes. Además, son una excelente manera de recibir elogios que tendrán un enorme peso para otros lectores.
Si tu marca aún no está tomando en serio su sitio web, sus redes sociales o el marketing en línea, está en desventaja y no debes esperar más.
Finalmente, el diseño es importante porque refleja tu marca y tus productos, pero, sobre todo, porque logra que tanto clientes como potenciales clientes vean y escuchen lo que tu negocio tiene para decir, y más aún: le crean y se enamoren de él.