Hay un largo camino que recorrer entre concebir un producto y el lanzamiento de la marca. El tiempo que te lleve hacerlo no garantiza que hayas realizado todas las acciones necesarias y cubierto todos los requisitos.
En el periodo previo a que lleves tu idea de negocios al mercado, tu tiempo y energías las consumen el desarrollo del producto, la investigación del mercado y la planeación financiera y de la campaña de marketing.
Saber cómo lanzar un producto es básico, y aun así son muchos los emprendedores que se dejan llevar por el entusiasmo de su "gran idea" y pasan por alto aspectos elementales como estos:
- Definir el problema que su producto resuelve.
- Conocer el entorno socioeconómico del mercado en que quieren incursionar.
- Investigar a fondo a los competidores y productos similares para detectar sus fortalezas y debilidades.
- Conocer a profundidad a su mercado meta, qué les interesa, qué necesitan, qué los motiva, cuáles son sus hábitos de compra y de consumo, cuál es su poder adquisitivo, etc.
- Diseñar un buyer persona o perfil de cliente ideal que inspire los esfuerzos de marketing y ventas a lo largo del ciclo de compra.
- Concebir la identidad de la marca y definir los valores que se desea comunicar.
- Hacer prototipos y pruebas del logotipo para verificar su funcionamiento.
- Validar mediante un focus groups si el producto cumple con las expectativas de los prospectos de clientes y es vendible.
- Detectar cuál es el elemento diferenciador que hará destacar a tu producto entre la competencia.
- Diseñar un plan de negocios que comprenda todos los aspectos como financiamiento, producción, promoción, venta y distribución.
- Desarrollar un plan de marketing que dé personalidad a la marca y sea congruente en todos los mensajes y canales que se utilicen.
- Formar un equipo de trabajo comprometido que comparta los valores de la empresa y que realice de manera profesional sus labores para lograr la satisfacción del cliente.
En medio de esa vorágine de actividades, es lógico que sientas que algo estás dejando de lado y que nunca estarás listo para el lanzamiento.
Con el propósito de ayudarte a decidir si estás preparado, te compartimos algunos de los puntos incluidos por A. Maqsood en su ya famoso "Checklist para el lanzamiento de un producto":
- Aspecto legal y comercial: Elaboración de los contratos que se presentarán a los clientes, determinación y gestión de riesgos, firma de contratos con proveedores.
- Propuesta y desarrollo de producto: Establecimiento de la propuesta de negocio y su valor, identificación del mercado meta, diseño de procesos de producción, creación de prototipos y pruebas de funcionamiento, diseño de empaque y redacción de manuales de uso, diseño de la cadena de suministro y de la red de distribución, registro de marca, verificación de que se cumple con las reglas de etiquetado, generación de Códigos de Barras válidos y estandarizados.
- Marketing y ventas. Creación del mensaje promocional en un lenguaje y tono que sea atractivo para el mercado meta, diseño de una estrategia de comunicación del mismo mediante los canales apropiados, desarrollo de un plan de acción para generar leads y cerrar ventas, creación de un sitio web que dé a conocer la empresa y el producto, generación de contenidos interesantes y relevantes que atraigan tráfico al sitio web de la marca.
- Atención al cliente. Creación de un sistema de atención al cliente que garantice su satisfacción, diseño de un método de servicio post-venta que asegure una resolución rápida de las dudas o problemas, implementación de programas que logren la fidelización de los clientes.
Los pasos antes de lanzar un producto pueden alargarse o reducirse dependiendo de lo que vendas, pero por ningún motivo debes dejar fuera la investigación de tu competencia y tus potenciales clientes, pues esto es la base para verificar la viabilidad de tu idea de negocio.
También es importante diseñar planes estratégicos en cada aspecto de la creación, desarrollo y comercialización de tu producto, pues solo así no te perderás en el camino y sabrás qué dirección tomar.
Pero igual de esencial es que no postergues el lanzamiento del producto buscando perfeccionarlo. Para ello habrá tiempo una vez que esté en el mercado, e incluso puedes convertirlo en un elemento diferenciador si comunicas abiertamente que la retroalimentación de tus clientes es lo que te lleva a una innovación constante.