Por Uriel Naum Avila, CEO de Empresas2030 y AtomiCC Comunicación Creativa
Las PyMEs manufactureras mexicanas son clave en la nueva era industrial impulsada por el nearshoring y la digitalización. ¿Qué se puede aprender de las manufactureras exitosas para que otras pequeñas empresas transformen sus retos en ventajas competitivas?
Durante casi cinco años como parte del cuerpo editorial de la revista Manufactura, tuve el privilegio de recorrer plantas, hablar con ingenieros, operarios y directores de pequeñas y medianas empresas manufactureras en México.
Aprendí que detrás de cada tornillo, cada lote de empaques, cada pieza de autoparte, hay una historia de ingenio, resistencia y ambición. Hoy, más que nunca, esas historias merecen ser contadas.
El papel de las PyMEs manufactureras en la industria mexicana
Las PyMEs manufactureras mexicanas no son solo números en el INEGI ni siglas en los informes de la Secretaría de Economía. Son el músculo que sostiene la industria nacional.
Representan más del 90% de las unidades económicas del sector manufacturero y generan millones de empleos.
Están en todo: desde la confección de textiles en Puebla hasta la producción de componentes electrónicos en Jalisco, pasando por alimentos, plásticos, muebles, cosméticos y maquinaria.
Pero no todo es romanticismo industrial. Estas empresas enfrentan retos complejos: presión fiscal, escasez de talento especializado, competencia global, costos logísticos y una digitalización que avanza más rápido que su capacidad de inversión. Aun así, hay una palabra que define a muchas de ellas: resiliencia.
Retos y oportunidades en la era del nearshoring
En la cadena de suministro industrial, las empresas se organizan por niveles llamados tiers. Un proveedor Tier 1 suministra directamente a las grandes armadoras o fabricantes finales, como empresas automotrices o electrónicas.
Los proveedores Tier 2 abastecen a los Tier 1 con componentes o servicios especializados, mientras que los Tier 3 producen materias primas o piezas básicas.
En este ecosistema, las PyMEs mexicanas tienen una gran oportunidad para posicionarse como proveedores Tier 2 o 3, ofreciendo soluciones de nicho con estándares de calidad y trazabilidad internacional.
Claves del éxito de las PyMEs manufactureras en 2025
Aprovechar el nearshoring con visión estratégica
Han entendido que el nearshoring no es una moda, sino una oportunidad histórica, pese a que la relocalización de empresas globales va más lenta de lo esperado. Dicha relocalización de cadenas de suministro hacia México ha abierto puertas para convertirse en proveedores de empresas globales.
Y aunque muchas no tienen el tamaño para ser Tier 1, sí pueden ser Tier 2 o 3, especializándose en nichos como empaques, moldes, procesos térmicos, acabados o logística.
Fortalecer la trazabilidad con estándares GS1 México
Han apostado por la trazabilidad. Incorporar estándares como los de GS1 México —códigos de barras, identificación electrónica, sincronización de datos— les ha permitido entrar a cadenas de retail, exportar con mayor facilidad y cumplir con normativas internacionales.
La trazabilidad ya no es un lujo: es un pasaporte comercial. Soluciones como el Código de Barras, el Código 2D o Syncfonía+ son aliados esenciales para su crecimiento.
Invertir en talento técnico y cultura industrial
Han invertido en talento. No necesariamente en grandes sueldos, sino en capacitación, cultura organizacional y alianzas con universidades técnicas.
En Querétaro, por ejemplo, hay PyMEs que han creado sus propios centros de formación para soldadores, técnicos en CNC y operarios de línea.
Digitalización y tecnología al alcance de todos
Han entendido que la tecnología no es solo para los grandes. Desde sistemas ERP básicos hasta sensores IoT para monitorear producción, muchas PyMEs están dando pasos firmes hacia la industria 4.0. No se trata de tener robots, sino de tener datos.
Recomendaciones para transformar tu empresa manufacturera
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Identifica tu posición en la cadena de valor del nearshoring.
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Adopta estándares de identificación y trazabilidad con apoyo de GS1 México.
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Busca alianzas estratégicas con otras PyMEs, universidades o cámaras industriales.
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Digitaliza procesos clave para mejorar la medición y la toma de decisiones.
Las PyMEs manufactureras mexicanas no necesitan convertirse en gigantes para ser relevantes. Necesitan ser ágiles, visibles y conectadas. México tiene una ventaja competitiva que no está en sus tratados, sino en sus talleres. Y ahí, entre tornillos, talento y oportunidad, late el corazón de la industria.
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